Efectos neurológicos y psiquiátricos de la testosterona

Traducido de Medical Therapy and Health Maintenance for Transgender Men: A Guide For Health Care Providers.

Apnea obstructiva del sueño

El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) puede que sea empeorado o desenmascarado por la terapia androgénica1,2. El riesgo es mayor en pacientes con obesidad, que fuman, o que tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Además, el SAOS es más común en pacientes con síndrome de ovario poliquístico3. Así que los hombres trans con androgenización preexistente y SOP puede que tengan un mayor riesgo de base. El SAOS sin tratar puede tener efectos negativos considerables en el corazón, presión sanguínea, y estado de ánimo, así como posiblemente desenmascarar o empeorar dolores de cabeza y enfermedades convulsivas.

Los pacientes deben ser informados de los síntomas del SAOS: sueño ruidoso (ronquidos), somnolencia excesiva durante el día, dolor de cabeza por la mañana, cambios en la personalidad, y problemas con el juicio, memoria, y atención. Se debe preguntar por estos síntomas en la evaluación de seguimiento, especialmente en hombres trans con condiciones médicas predisponentes o enfermedades que podrían ser potencialmente agravadas por un SAOS sin tratar.

Los pacientes con SAOS puede que desarrollen una eritrocitosis reactiva que puede confundirse con policitemia por la testosterona. Cualquier paciente con hematocrito abnormalmente elevado debe ser evaluado para una posible apnea del sueño4. Los estudios del sueño están indicados si se sospecha el SAOS como una complicación del tratamiento androgénico. Aunque el cese, reducción, alteración en dosis, vía, y frecuencia del tratamiento androgénico puede que sean efectivos, otras modalidades para tratar el SAOS también son efectivas y pueden permitir un tratamiento hormonal continuado y apropiado.

Epilepsia

Algunas enfermedades convulsivas son dependientes de los esteroides sexuales. Estas pueden ser mejoradas, empeoradas, o (muy raramente) desenmascaradas con el tratamiento androgénico. El efecto de la testosterona en cualquier paciente con epilepsia no es fácilmente predecible5. En general, el efecto de los andrógenos y progesteronas es anti-epileptógeno, mientras que los estrógenos son eliptógenos6,7. Además, hay una correlación positiva entre la proporción estrógeno:progesterona y la frecuencia de las convulsiones. En mujeres con epilepsia catamenial hay evidencia de una deficiencia relativa de progesterona en la fase luteínica del ciclo menstrual8. Sin embargo, los efectos indirectos de los esteroides sexuales en el metabolismo hepático puede que también sean responsables, ya que en mujeres con convulsiones catameniales se encuentran niveles menores de fármacos antiepilépticos alrededor de la menstruación.

La falta de sueño también empeora muchas enfermedades convulsivas, así que un SAOS simultáneo desenmascarado o agravado por el tratamiento androgénico también puede ser responsable por el empeoramiento del control de convulsiones.

Cefaleas

Las migrañas sensitivas a los andrógenos conocidas son una contraindicación relativa para el tratamiento con testosterona9. Sin embargo, como en la epilepsia, el efecto que los andrógenos tendrán en un paciente con cefaleas es impredecible. Un estudio caso-control mostró una tendencia no significante hacia niveles más bajos de testosterona en mujeres postmenopáusicas con migrañas, comparadas con aquellas que no las tenían10. Además, dos limitados ensayos abiertos sobre la testosterona en la década de 1950 sugirieron que la testosterona puede que de hecho prevenga las migrañas11. Como las migrañas están frecuentemente asociadas con cambios en niveles hormonales alrededor de la menstruación y como una relación aparente entre los estrógenos y las migrañas es aceptada, esto sugeriría que algunos hombres trans con migrañas podrían de hecho tener una mejoría en sus síntomas con la testosteorna. Sin embargo, como se describió anteriormente en este texto, se debe recordar que un tratamiento con testosterona suficiente para suprimir la menstruación y masculinizar a los pacientes puede no suprimir al completo la esteroidogénesis ovárica. Así que el efecto de la producción continuada de estrógeno y progesterona por los ovarios así como la proporción estrógeno:progesterona puede tener efectos impredecibles en cualquier paciente individual con síntomas de migraña. Incluso más que en el caso de la epilepsia, el papel de los andrógenos en las cefaleas no está esclarecido y la investigación es escasa.

Efectos en el sistema nervioso periférico

Además de los efectos en el sistema nervioso central, hay evidencia de que los esteroides sexuales ejercen efectos sobre el sistema nervioso periférico12. Las parestesias generalizadas han sido reportadas como reacciones adversas de la testosterona13,14. Anecdóticamente, los hombres trans han reportado esto como un efecto secundario tras la iniciación del tratamiento hormonal15. Además de los síntomas generalizados, la testosterona inyectada se ha reportado como la causa de una neuropatía periférica aislada tras inyección intramuscular16. Esto puede que se debiera o bien a los efectos neurotóxicos directos del fármaco, o bien a la presión en el nervio tras la inyección intramuscular. Para los pacientes que se autoinyectan, se debe enfatizar la importancia de una buena técnica en áreas seguras y apropiadas para evitar tales efectos adversos.

Estado de ánimo y problemas psiquiátricos

Típicamente, se ha percibido que las personas transgénero tienen un mayor índice de otras enfermedades mentales que las personas no transgénero. Esto puede que se deba al menos parcialmente al trauma de experimentar dismicriminación y abuso al vivir en una sociedad que frecuentemente no acepta comportamientos de no conformidad de género. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que esto puede no ser enteramente cierto, o puede ser cierto en menor grado de lo que se pensaba previamente17,18. Esto puede deberse a la creciente aceptación social de la gente transgénero en años recientes resultando en un menor desarrollo de condiciones psiquiátricas concomitantes como resultado de la discriminación y transfobia.

Algunos hombres transgénero reportan cambios de humor, más enfado, y agresividad incrementada tras comenzar el tratamiento androgénico (similar a los efectos reportados por culturistas que abusan andrógenos). La administración de andrógenos en hombres trans ha sido asociada con un incremento reportado de propensión a la agresividad19. Sin embargo, también ha sido asociada con una disminución general en la intensidad afectiva (tanto para emociones positivas como negativas)20. No obstante, el aumento en el enfado o agresividad que puede ocurrir debería ser menos severo que el experimentado por deportistas involucrados en el uso ilícito de andrógenos porque en hombres transgénero los niveles suprafisiológicos más significantes asociados con el abuso no están generalmente presentes. Además, en un estudio de investigación en el que se dio a hombres biológicos dosis suprafisiológicas de 600 mg por semana, más de 4/5 experimentaron síntomas psiquiátricos mínimos, o ninguno21. Así que aunque los profesionales deben ser conscientes de la posibilidad de reacciones psicológicas adversas, el riesgo real de efectos clínicamente significantes es probablemente pequeño. Adicionalmente, en un estudio más grande, durante y tras la reasignación los hombres trans mostraron más contento, mayor extroversión, y menos somatización que antes del tratamiento22.

Muchos hombres transgénero de hecho reportan mejor estado de ánimo, menor labilidad emocional, y disminución del enfado y agresividad. Probablemente esto no se debe enteramente a un efecto fisiológico sino también al alivio del sufrimiento psicológico por la disforia de género de larga duración. Generalmente esto está mejor reflejado por una disminución en la depresión y tendencias suicidas encontrada en los pacientes transgénero tratados que no se da en los pacientes no tratados23. Aunque la testosterona puede tener algún riesgo de consecuencias psicológicas adversas, en general, el tratamiento de los pacientes transgénero resulta en una salud psicológica mejorada.

Los profesionales deben estar alerta por la complicación infrecuente de síntomas significantes afectivos y/o psicóticos que son raramente posibles con el tratamiento androgénico24.

En la experiencia de los autores, las parejas y personas emocionalmente cercanas a los pacientes transgénero pueden frecuentemente proporcionar información útil sobre cambios de humor y ajuste al rol de género. Se debe animar a los pacientes a sentirse cómodos llevando a sus parejas o amigos de confianza con ellos a las consultas. Cuando ocurren cambios de humor adversos estos pueden ser frecuentemente manejados con orientación y apoyo en la consulta. Si surgen dificultades más significantes, se debe realizar una derivación apropiada a un profesional de la salud mental.

Las alteraciones en el estado de ánimo son también a veces reportadas por algunos hombres trans utilizando testosterona inyectable durante los primeros días antes de su siguiente inyección o los primeros días tras una inyección. Esto puede ser el resultado de niveles de testosterona subterapéuticos o suprafisiológicos, respectivamente. Cambiar la dosis, intervalo, y/o vía puede ser efectivo para aliviar muchos de estos síntomas25.

Efectos cognitivos

Curiosamente, al estudiar los efectos de la testosterona en la función cognitiva los investigadores hallaron una habilidad espacial mejorada en hombres trans que, tras tratamiento androgénico prolongado, se aproxima a los resultados de hombres cisgénero. Una posible disminución en la fluidez verbal ha sido reportada pero no replicada26,27,28. Un estudio comparando hombres transgénero con mujeres cisgénero (en lugar de comparar hombres trans antes y después del tratamiento androgénico) reveló una menor función de memoria verbal (típica de hombres cisgénero) en hombres trans que en mujeres cisgénero. Sin embargo, los autores del estudio sugirieron que esto se debía posiblemente a las alteraciones prenatales en la organización cerebral las cuales pueden reflejar la etiología biológica del transexualismo, más que ningún efecto de la testosterona29.



Referencias:
1Matsumoto A, et al. “Testosterone replacement in hypogonadal men: effects on obstructive sleep apnea, respiratory drives, and sleep.” Clin Endo. 22:713-721. 1985.
2Tangpricha V, et al. “Endocrinologic treatment of gender identity disorders.” Endocr Pract. 9(1):12-21. 2003.
3Ehrmann, D. “Polycystic Ovary Syndrome.” NEJM. 352:1223-36. 2005.
4Futterweit W. “Endocrine therapy of transsexualism and potential complications of long-term treatment.” Arch Sexual Behav. 27(2): 209-226. 1998.
5Rhodes M, et al. “Gonadal, adrenal, and neuroactive steroids' role in ictal activity.” Brain Res. 1000 (1-2):8-18. 2004.
6Wheless J, and Kim H. “Adolescent seizures and epilepsy syndromes.” Epilepsia. 43(Suppl 3):s33-s52. 2002.
7Rhodes M, et al. “Gonadal, adrenal, and neuroactive steroids' role in ictal activity.” Brain Res. 1000 (1-2):8-18. 2004.
8Foldvary-Schaefer N, et al. “Hormones and seizures.” Cleveland Clin J of Med. 71(S2):S11-S18. 2004.
9Conway A, et al. “Use, misuse and abuse of androgens.” Med J Austral. 172: 220-224. 2000.
10Mattsson P. “Serum levels of androgens and migraine in postmenopausal women.” Clin Sci. 103:478-491. 2002.
11Mattsson P. “Serum levels of androgens and migraine in postmenopausal women.” Clin Sci. 103:478-491. 2002.
12Melcangi R, et al. “Steroid effects on the gene expression of peripheral myelin proteins.” Horm Behav. 40(2):210-4. 2001.
13Delatestryl Package Insert. Downloaded 1/4/05. http://www.delatestryl.com/prescribing_main.htm
14Depo-Testosterone Package Insert. Downloaded 1/4/05. http://www.pfizer.com/download/uspi_depo_testosterone.pdf
15Personal Communication. Burton Ford. 2004.
16Dickerman R, et al. “Peripheral neuropathy and testosterone.” Neurotoxicology. 18(2):587-8. 1997.
17Cole C, et al. “Comorbidity of gender dysphoria and other major psychiatric diagnoses.” Arch Sex Behav. 26:13-26. 1997.
18Cohen L, et al. “Psychological functioning of adolescent transsexuals: personality and psychopathology.” J Clin Psychology. 53(2): 187-196. 1997.
19VanGoozen S, et al. “Gender differences in behaviour: activating effects of cross-sex hormones. ” Psychoneuroendocrinology. 20(4):343-63. 1995.
20Slabbekoorn D, et al. “Effects of cross-sex hormone treatment on emotionality in transsexuals.” IJT 5,3, http://www.symposion.com/ijt/ijtvo05no03_02.htm.) 2001.
21Pope H, et al. “Effects of supraphysiologic doses of testosterone on mood and aggression in normal men: a randomized controlled trial.” Arch Gen Psychiatry. 57(2):133-40. 2000.
22Kuiper A. “Transseksualiteit: evaluatie van de geslachtsaanpassende behandeling.” Dissertation, Free University Amsterdam. 1991. (Slabbekoorn D, et al. “Effects of Cross-Sex Hormone Treatment on Emotionality in Transsexuals.” IJT 5,3, http://www.symposion.com/ijt/ijtvo05no03_02.htm.) 2001.)
23Levy A, et al. “Endocrine intervention for transsexuals.” Clin Endo. 59: 409-418. 2003.
24Futterweit W. “Endocrine therapy of transsexualism and potential complications of long-term treatment.” Arch Sexual Behav. 27(2):209-226. 1998.
25Oriel, K. “Medical care of transsexual patients.” J Gay and Lesbian Medical Assoc. 4(4):185-194. 2000.
26Slabbekoorn D, et al. “Activating effects of cross-sex hormones on cognitive functioning: a study of short-term and long-term hormone effects in transsexuals.” Psychoneuroendocrinology. 24(4):423-47. 1999.
27VanGoozen S, et al. “Gender differences in behaviour: activating effects of cross-sex hormones. ” Psychoneuroendocrinology. 20(4):343-63. 1995.
28VanGoozen S, et al. ”Activating effects of androgens on cognitive performance: causal evidence in a group of female-to-male transsexuals.” Neuropsychologia. 32(10):1153-7. 1994.
29Cohen-Kettenis P, et al. “Cognitive ability and cerebral lateralisation in transsexuals.” Psychoneuroendocrinology. 23(6):631-641. 1998.

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