Histerectomía laparoscópica total con anexectomía bilateral, 6 semanas post-op (+ testosterona y coagulación)

Me operé por particular, sin seguro médico, en Córdoba (España). El total de la operación junto con la mayoría de gastos relacionados (sin contar complicaciones posteriores) fue unos 4.400€. Ese precio es orientativo, depende de cuántos días estés ingresado, medicación que te pongan, etc. Si no recuerdo mal, entre el cirujano y el anestesista cobran 3.000€ y el resto son gastos que se añaden de la habitación, medicación, material utilizado y demás.
La intervención fue una histerectomía total con anexectomía bilateral y consiste en extirpar el cérvix, útero, trompas de Falopio y ovarios. Se realizó por laparoscopia.

(Aviso: A lo largo de la entrada utilizo términos que se refieren a la anatomía femenina para poder ser claro y preciso, si eso es algo que te molesta no sigas leyendo)


Sobre el trato en un hospital no acostumbrado a tratar gente transexual:
En cualquier hospital o clínica que no trate gente transexual habitualmente siempre habrá personal que sepa como tratarte, otros a los que les confunda tu caso, y otros que directamente te traten mal. Puedes elegir a qué ginecólogo/a ir y probablemente se asegurará de que su equipo te trate con respeto (como hizo mi cirujano), pero una vez que estás en el hospital no puedes saber con certeza que todo el personal que esté de turno te vaya a tratar bien. Yo por ejemplo no me puedo quejar de la mayoría de enfermeras y auxiliares que me atendieron, pero también hubo otra auxiliar de enfermería que no me trató bien al principio y después incluso se negó a atenderme, y en uno de los ingresos posteriores otra auxiliar cuyo trato cambió cuando se dio cuenta de que era transexual.


Pre-operatorio:
El cirujano me vio un par de semanas antes de la operación, me hizo una ecografía y me explicó las dos formas de en las que me podía hacer la operación, que son estas:
-Mediante incisión abdominal. La incisión puede ser horizontal o vertical (si se planea una faloplastia abdominal en el futuro, conviene vertical). La recuperación lleva más tiempo que por laparoscopia al tratarse de una incisión grande.
-Mediante laparoscopia. Se hacen varias incisiones pequeñas en el abdomen para insertar los diferentes instrumentos. Todo se extrae por laparoscopia, pero es necesario introducir un manipulador uterino por la vagina para realizar la operación. En algunas personas puede que esto no sea posible, ya que la vagina necesita ser lo suficientemente flexible, y en el caso de hombres transexuales en tratamiento con testosterona la atrofia vaginal suele ser común.
La semana antes de la operación me hice una analítica que me mandó, fui a un anestesista para hacerme un electrocardiograma y tomarme la tensión, y en el hospital me hicieron una prueba de sangre cruzada para reservar sangre por si fuera necesaria en la intervención.


Día de la cirugía:
Ingrese a la 1 en el hospital para asegurarme de que había habitación disponible para mí. Me pidieron el DNI, que aun tiene mi nombre de nacimiento, pero especificamos que no me registraran con ese nombre porque todas mis pruebas, la sangre reservada y todo estaba con mi nuevo nombre. Todo estaba en masculino porque el propio cirujano me registró así en su clínica y me mandó las pruebas a ese nombre. De todas formas si tu médico no lo hace directamente se lo puedes pedir.
Estuve en ayuno desde las 7.30 aproximadamente, después de un desayuno ligero. La cirugía fue sobre las 6 de la tarde. El cirujano nos dijo que normalmente dura 1-2 horas. En mi caso fue hora y media. Pudo hacerlo por laparoscopia, así que solo tengo cuatro incisiones pequeñas (así). La incisión del ombligo puede que sea de 1 cm aproximadamente, las otras tres son de 5 mm. Durante la cirugía no sangré casi nada y eso facilitó aún más la intervención.
Tras la cirugía tuve puesta anestesia epidural, una sonda para la orina, y suero. No sé si sangré por la noche (después de la histerectomía hay que utilizar compresas porque es normal sangrar un poco y manchar durante unas seis semanas).


Día después de la cirugía:
Este día sólo tome líquidos. Por la mañana me pusieron heparina (que me dijeron que usara durante una semana) y me hicieron la cura (poner Betadine y apósitos nuevos en cada incisión) que también es una vez al día. Me vio el cirujano y sobre el mediodía me quitaron la epidural y me pusieron analgésicos intravenosos que duraron hasta por la tarde. Después no tome ningún otro analgésico. Cuando sentía bien las piernas me quitaron la sonda de la orina. Intenté levantarme a orinar por la tarde pero me mareaba y no tenía fuerza, así que tuve que usar una cuña para orinar esa noche. Al intentar sentarme vi que había sangrado. No tuve ningún dolor excepto al quitar la sonda y al intentar sentarme, que me dolió la zona de la vagina. Un consejo que leí en internet: cuando te quiten la sonda relájate como si fueras a orinar, dicen que así sale mejor y duele menos.


Dos días post-op:
Estuve en el hospital hasta por la tarde. El médico dejó el alta hecha más temprano, pero tuvimos que esperar a que hicieran la factura. Este día ya tomé sólidos y por la mañana pude levantarme y empezar a andar, y pasé la mayor parte del tiempo sentado en lugar de en la cama. Este día tampoco tuve dolor, sólo algo de molestia en la vagina al sentarme recto, y sangrado pero no mucho.


Tres días post-op:
Ya en casa seguí con la heparina y las curas cada día. No tuve ningún dolor, sólo un poco de molestia dependiendo de cómo me sentara. Seguí utilizando compresas de algodón (de las que se usan tras el parto, me dijo una enfermera que es mejor usar esas que las normales), pero no manchaba mucho.
En principio iba a hacer esta operación junto con la mastectomía, algo posible y que algunos chicos hacen, pero personalmente prefiero que no haya sido así. Los primeros días utilizaba mucho los brazos para acciones como salir de la cama, sentarme, levantarme, etc., algo que no podría haber hecho recuperándome también de la mastectomía.


Cinco días post-op:
Por la tarde comencé a sangrar mucho y tuve que ir a urgencias. Estuve ingresado hasta la mañana del día siguiente. El cirujano me llevó a quirófano para examinarme con anestesia para que no me doliera, y vio que había una pequeña rotura a un lado de la vagina, que dejó de sangrar tras poner un punto. Además me puso unas gasas para taponar que me quitó por la mañana.
Al haber utilizado testosterona durante un tiempo significante (que afecta al tejido) y no haber utilizado nunca la vagina para nada, y después de haber sido manipulada durante la cirugía, se hizo más susceptible a tener pequeños desgarres. El cirujano me dijo que es muy raro que ocurra esto, sólo le ha ocurrido una vez con una mujer y se le solucionó por sí solo.
Esto no tiene por qué pasarle a todo aquel que esté en tratamiento con testosterona. De hecho hay estudios (1, 2, 3, 4) que concluyen que incluso la histerectomía vaginal y la vaginal asistida por laparoscopia son opciones viables. Esas dos técnicas requieren más manipulación de la vagina que la operación por laparoscopia, ya que se extraen los órganos a través de la vagina.
Este día fue el último que me puse la heparina. Días después descubrimos que parte de mi problema con el sangrado era la testosterona, que me inyecté este día.


Ocho días post-op:
Fui a la consulta del cirujano para quitarme las grapas de las incisiones. Por la mañana sangré un poco así que en la consulta miró la vagina para ver cómo estaba. Por seguridad, me puso gasas para taponar y quitarlas en casa al día siguiente.


Diez días post-op:
Empecé a sangrar otra vez en una parte diferente. De nuevo se cerró en quirófano, y al terminar me pusieron medicación para ayudar a la coagulación. Al ver el resultado de mi análisis de sangre, el cirujano habló con la hematóloga que le dijo que tomara Amchafibrin y Konakion. Resulta que mi sangre no coagulaba bien por la testosterona (la inyección de Testex 250 me tocaba cinco días tras la cirugía, supuestamente no habría ningún problema por ponerla junto con la heparina) ya que la testosterona puede afectar los factores de coagulación II, V, VII, y X


Tres semanas post-op:
La segunda semana, no recuerdo qué día, tuve una infección de orina, algo que puede ocurrir tras la histerectomía por la sonda que ponen para la orina y por la manipulación de la vagina. Mejoró tomando Monurol pero apareció de nuevo en la tercera semana, tomé Monurol otra vez y se solucionó.
Alrededor de la tercera semana comencé a manchar mucho menos. Después del último sangrado manché algo de sangre (muy poca, más rosa que roja) unos días, después pasó a marrón y finalmente se fue aclarando.
Fui a la hematóloga otra vez para ver los resultados del estudio de coagulación que tuve que hacerme y me dijo que efectivamente los factores de coagulación y la vitamina K los tenía alterados por la testosterona (probablemente), y me mandó otra analítica igual para ver cómo progresaba al dejar la medicación y al no tener tanta testosterona en mi cuerpo.
La testosterona (Nebido/Reandron que compré de Andorra, ya dejo el Testex) me tocaba ponérmela el día 22 de febrero, pero me dijo que mejor la retrasara una o dos semanas, y la analítica es la semana después del 22.


Cuatro semanas post-op:
Sigo utilizando compresas pero no mancho nada, es líquido claro.


Seis semanas post-op:
Tuve una consulta con el cirujano, me hizo una ecografía abdominal y todo se veía bien. Además dejé de manchar sobre la quinta semana.
En cuanto a la coagulación, la hematóloga vio los resultados de la última analítica y dice que están mejor. Me tengo que hacer otra analítica antes de ponerme la inyección para descartar que tenga alguna enfermedad, aunque lo más probable es que el problema viniera de la testosterona (en particular del Testex, ya que tiene un pico más brusco). Después de la analítica ya me puedo poner la inyección.


Sobre la testosterona y la coagulación:
Como ya he dicho, la testosterona puede afectar varios factores de coagulación, de forma que aunque el número de plaquetas esté en el rango normal la coagulación puede que no se produzca de forma efectiva. El grado en que esto ocurre depende del tipo de testosterona, de la dosis, y de cómo reaccione tu organismo a esa dosis. Por lo general, las testosteronas de acción rápida como el cipionato (Testex) generan un pico más brusco en los niveles de testosterona y esto puede hacer que el efecto sobre la sangre sea también más acentuado.
La mayoría de cirujanos que se dedican a cirugías de hombres transexuales recomiendan no utilizar la testosterona un tiempo antes y después de la operación, que por lo que he visto suele ser 2-3 semanas (es decir, que si por ejemplo te toca pincharte una semana antes de la operación, esa inyección la retrasarías hasta unas 2-3 semanas después de haberte operado). Hay cirujanos que recomiendan un poco más de tiempo, otros menos, pero en cualquier caso en general es recomendable no inyectarse (o ponerse el gel) alrededor de la fecha de la cirugía.
Esto no quiere decir que todo el mundo vaya a tener complicaciones de hemorragias debido a la testosterona, hay gente que no interrumpe su tratamiento o se pinchan una semana después de intervenirse y no les pasa nada, pero el riesgo está ahí y hay que tenerlo en cuenta, sobre todo si se utilizan anticoagulantes como la heparina tras la operación.
Además de por las operaciones, es importante tener controlado el tema de la sangre porque lo ideal es que tu sangre sea capaz de coagular tal y como debe todo el tiempo, no sólo cuando te vas a operar o te estás recuperando de una cirugía. En general creo que no se suelen dar muchos problemas de coagulación (tampoco es que se haya investigado mucho al respecto), pero si sospechas que tu sangre no coagula bien es recomendable ver a un especialista. Los parámetros que suelen ver los endocrinos (como las plaquetas) pueden estar bien, pero si los factores de coagulación fallan no sirve de nada, y eso es algo que normalmente no se mira porque se da por hecho que está bien. No sé por la Seguridad Social cómo lo hacen, por lo que dice mi hematóloga los estudios de coagulación son caros, pero yo me hice el análisis por seguro privado sin problemas.


Editado 1:
En marzo, aproximadamente un mes después de la última inyección que me puse de Testex, reanudé el tratamiento de testosterona con Testogel. Lo utilicé durante dos meses, y entonces pasé al Reandron. En las analíticas que me han hecho tanto el endocrino como el hematólogo, todo está más o menos normal. Mis plaquetas están más bien bajas, pero las pruebas de INR dan resultados normales. Tampoco he observado ninguna dificultad coagulando cuando he tenido alguna pequeña herida. Lo más probable es que mi problema se debiera a la acción de la heparina junto con el efecto de la testosterona, sobre todo teniendo en cuenta que era Testex 250 que sube los niveles más bruscamente que otras testosteronas. Mis plaquetas también estaban algo bajas antes de ocurrir esto, y no por ello tuve problemas durante la histerectomía, de hecho el cirujano me dijo que sangré menos de lo normal durante la operación. Que las plaquetas estén bajas puede ser problema mío o efecto secundario de la testosterona, pero se mantienen dentro de los valores normales y en principio no debería tener ningún problema, aunque continuaré teniendo un seguimiento regular con el hematólogo.

Editado 2:
La atrofia vaginal (sequedad y estrechamiento de las paredes) junto con un diámetro pequeño de canal vaginal hacen que uno sea más propenso a esos pequeños desgarres, lo cual produce sangrados que dependiendo de la capacidad de coagulación del paciente serán más o menos serios. Aquí hay un caso (en inglés) de un chico al que le pasó algo similar por la atrofia:
El cirujano debe de evaluar lo que es más conveniente para el paciente. Si la posibilidad de laparoscopia no está clara antes de la operación, siempre es posible acordar con el cirujano que se intente por laparoscopia primero y si no es posible se haga entonces por incisión abdominal.



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